Cruz Azul está recordando lo que es ganar finales. Derrotó 2-0 a Monterrey a domicilio y se coronó campeón de la Copa MX
¡Lo hicieron! Cruz Azul se impuso 2 a 0 a Monterrey en la gran final de la Copa MX del Apertura 2018. Con mucho oficio, inteligencia, oportunismo, y concentración, La Máquina gana su primer trofeo tras cuatro años de sequía y se olvida de la “cruzazuleada”.
Monterrey empezó con el control de las acciones. Presionaron a la zaga del Cruz Azul y buscaban desbordar con velocidad con sus carrileros para centrar y buscar a Rogelio Funes Mori. Poco a poco, La Máquina se fue metiendo al partido y emparejando las acciones. Adelantaron líneas y tenían más la pelota.
La primera, sin embargo, fue para La Pandilla. Dorlan Pabón dejó un balón servido para Funes Mori. Pudo pegarle de primera el argentino, pero decidió enganchar para colocarla mejor, lo que le dio tiempo de reaccionar a Pablo Aguilar para bloquear su disparo. Respiró Cruz Azul.
Dorlan Pabón era el jugador más peligroso para Monterrey. Su velocidad y picardía hicieron que Igor Lichnovsky fuera amonestado. La posesión volvía ser de los Rayados. Cruz Azul se defendía como mejor podía, sin poder generar juego ofensivo con Elías Hernández y Roberto Álvarez.
Milton Caraglio pidió penalti para el Cruz Azul en el minuto 31, pero Fernando Guerrero decretó que no había nada. Y sí, pareció ser un clavadazo del exatlista. Y justo cuando se veía más complicado para Cruz Azul, cayó el gol de La Máquina.
Adrián Aldrete, quien no había tenido profundidad, se internó en el terreno de Monterrey. Su centro fue pasado y, tras el rechace del Juan Pablo Carrizo, el rebote le quedó a Elías Hernández. El extremo sacó un potente disparo que no pudo ser despejado por Basanta. En el momento menos esperado, Cruz Azul hacía el primero del partido.
Monterrey se lanzó por el empate. Dos fueras de juego evitaron que pudiera llegar el empate, pero el peligro merodeó al área de Cruz Azul al final del primer tiempo.
Cruz Azul, para la segunda mitad, dio entrada a Martín Cauteruccio por Milton Caraglio. Cruz Azul arrancó mucho mejor y lo hizo sentir en el marcador.
Roberto Alvarado filtro un balón para Elías Hernández. El autor del gol vio libre en el área a Cauteruccio para que la empujara al fondo. 2 a 0 y Monterrey tenía que remar en contra.
El gol supuso un golpe duro para el Monterrey. Más por garra que por futbol, los locales trataban de encontrar el gol que lo acercara en el marcador. Dorlan Pabón seguía siendo el jugador más importante de los Rayados. Ingresaron Rodolfo Pizarro y Avilés Hurtado para tener más peligro al frente. Pero Pablo Aguilar era un muro infranqueable que ayudaba a Allison a tener una noche más tranquila.
Monterrey presionaba y dejaba muchos espacios atrás. Roberto Alvarado tuvo un mano a mano con Carrizo. Quiso definir con sutileza, pero el arquero argentino reaccionó de maravilla para tapar el disparo de El Piojo. Con la puerta vacía Cauteruccio no pudo empujar la pelota para hacer el gol definitivo. Cruz Azul dejaba vivir a Monterrey.
Pasaban los minutos y Monterrey se iba diluyendo en el terreno de juego. No ponían en aprietos a Guillermo Allison. Su único recurso era el pelotazo al área. Cruz Azul manejaba el partido a su antojo.
Rumbo al final del partido, Monterrey pudo empatarlo con un cabezazo de Avilés Hurtado, pero no era la noche de los Rayados. Era una noche celeste. Era una noche para que Cruz Azul olvidara sus fantasmas y recordara su grandeza. Era una noche para levantar una Copa MX.