Aprovechan algunos el miedo y desesperación para saqueos y rapiña
Acapulco, Gro.- Un huracán sorpresivo, súbito, indómito, impactó la costa de Guerrero, impactó al corazón turístico del Pacífico mexicano, el cual, ahora duerme incomunicado bajo un manto de incertidumbre, sobre una almohada de pesadillas que llevan el nombre de “Otis”.
El puerto de Acapulco permanece incomunicado y sin recuento de daños tras el paso del destructor meteoro, que tocó tierra como huracán de categoría 5.
A 24 horas de que tocara tierra cerca de Acapulco, en el Pacífico mexicano, ninguna autoridad había emitido reporte alguno sobre las afectaciones del huracán en la ciudad ni en poblaciones aledañas, donde impactó “Otis”, uno de los ciclones más potentes de la historia.
Múltiples videos en redes sociales subidos por personas que se encontraban en la ciudad dieron cuenta de los grandes daños materiales en algunos de los edificios –principalmente hoteles– ubicados en la Costera Miguel Alemán, justo frente al océano Pacífico.
Por el momento, se trabaja a marchas forzadas para restablecer la electricidad y las telecomunicaciones en Acapulco.
Lo mismo sucede con las carreteras de acceso, a pesar de que autoridades estatales informaron de que se reabrió el paso a vehículos de emergencia en ambas direcciones en el kilómetro 360 de la carretera México-Acapulco después de que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, quedara bloqueado en su camino.
Por tierra, sin opción
Un par de horas antes, el Presidente avisó que se trasladaba a Acapulco, destino turístico que tiene cerca de un millón de habitantes, para conocer los daños de primera mano.
“Vamos para allá ahora”, señaló el Mandatario a un grupo de reporteros que lo interceptaron mientras se trasladaba vía terrestre desde Ciudad de México.
En la zona afectada ya se encuentran miembros de su Gabinete: el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval; el de Marina, Rafael Ojeda; de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, y la coordinadora de Protección Civil Nacional, Laura Velázquez.
En menos de un día, “Otis” pasó de ser una tormenta tropical a un huracán de categoría 5, la más alta de estos fenómenos naturales, con dirección a las costas de Guerrero, donde la comunicación “se perdió por completo”, indicó López Obrador en su habitual conferencia de prensa matutina.
Según la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el huracán provocó que más de medio millón de personas se quedaran sin luz.
Durante la tarde del miércoles, “Otis” se redujo a tormenta de baja presión durante su paso sobre Michoacán, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SNM), aunque apuntó que las lluvias continuarán.
Silencio
La Gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, aseguró a primera hora que se encontraba en la zona afectada, pero la comunicación por parte de las autoridades estatales y locales ha sido muy limitada.
De acuerdo con el Gobierno federal, Hacienda cuenta con hasta 18 mil millones de pesos en fondos de reservas para desastres naturales como “Otis”.
El huracán también afectó los servicios de alerta sísmica en tres estados del Pacífico mexicano: Michoacán, Guerrero y Oaxaca, principales epicentros de sismos en el país.
Vandalismo.
Un par de videos de una televisora nacional dieron cuenta de la situación que se está presentando en algunos establecimientos y tiendas del puerto de Acapulco. Ante la falta de atención de las autoridades, la incertidumbre generó actos de rapiña y vandalismo, luego del paso de “Otis”.
Según lo revelado en la grabación, las personas entraron al establecimiento para apoderarse de mercancía sin pagarla. Incluso se ve que algunas se llevaron carritos de los que se utilizan para realizar las compras.
En otra parte de la secuencia, el reportero muestra lo que parece ser una tienda especializada en artículos automovilísticos. Ahí aparecen varios sujetos que entran al establecimiento, para luego salir con la mercancía.
Crisis climática
La intensificación rápida del huracán “Otis” en las horas previas a su impacto es un síntoma de la crisis climática provocada por el ser humano, según los científicos, y un fenómeno cada vez más frecuente. Cuando ocurre justo antes de tocar tierra, como en el caso de “Otis”, puede tomar por sorpresa a las comunidades costeras, que tienen poco tiempo para prepararse.
La intensificación del huracán fue una de las más rápidas que los meteorólogos hayan registrado hasta ahora: la velocidad máxima de sus vientos aumentó 185 km/h en 24 horas. Solo otra tormenta, el huracán “Patricia”, en 2015, superó la rápida intensificación de Otis en los registros del Pacífico Oriental, con un aumento de 193 km/h en 24 horas.
El término intensificación rápida se refiere a cuando los vientos de una tormenta se fortalecen rápidamente en un lapso corto de tiempo. “Otis” aprovechó al máximo una zona cálida del océano de unos 31°C, más que suficiente para alimentar una tormenta monstruosa, dijo Brian McNoldy, científico atmosférico de la Universidad de Miami.
Deslaves
Se reportó la caída de rocas en la Ruta 95, carretera Chilpancingo-Acapulco en los kilómetros 56+300 lado derecho, 57+300 lado izquierdo y 58+100 lado, que afectaron a los municipios de Chilpancingo y Tierra Colorada. Ante la situación, la SICT desplegó más de 900 trabajadores y 60 vehículos.
Hospital afectado
Desde el Centro Virtual en Operaciones, Emergencias y Desastres, Zoe Robledo, director del IMSS, informó que atenderá la emergencia en el Hospital de Vicente Guerrero en Acapulco. Esto después de que se mostrara por redes sociales los daños provocados dentro de las estructuras del hospital, donde se observa el inmobiliario dañado, ventanas rotas, pasillos llenos de agua y pacientes en condiciones de riesgo.
