El propietario del domicilio, Rito Javier Valdez Arizpe, de 40 años, menciono a las autoridades que su empleada doméstica Alicia Montserrat Salazar Castillo, de 19 años, había recibido una llamada donde le decían que a la dueña de la casa le habían cancelado las cuentas, por lo que tenía que hacer unos depósitos en una mueblería de la localidad.
Asustada la trabajadora, depositó primeramente 45 mil pesos, luego 24 mil 230 pesos y otro depósito más de 20 mil 380 pesos, sumando cerca de 90 mil pesos.
Luego de varios minutos y tras ponerse en contacto con los dueños de la casa, determinaron que se trató de una llamada de extorsión, pero los depósitos ya se habían hecho.