En Piedras Negras, Coahuila, dos gasolineras locales han llamado la atención y en esta ocasión no por la calidad de sus combustibles, sino por sus prácticas dudosas en la organización de rifas de automóviles, lo que podría constituir una violación a las normativas de la Secretaría de Gobernación (SEGOB) y un intento de fraude.
Las gasolineras involucradas son Servicio El Águila del Norte y Tecnológico G500. Ambas están realizando sorteos de vehículos, prometiendo a sus clientes la oportunidad de ganar un coche simplemente al realizar una carga mínima de combustible. Sin embargo, hay serias preocupaciones sobre la legalidad de estas promociones.
Estas iniciativas, en apariencia inofensivas, levantan serias sospechas debido a dos factores clave:
1. Falta de autorización por parte de SEGOB: De acuerdo con la Ley Federal de Juegos y Sorteos, cualquier sorteo o concurso que involucre premios debe contar con un permiso oficial emitido por la SEGOB, garantizando la transparencia y regulación adecuada del evento. Ninguna de las dos gasolineras ha presentado evidencia de contar con dicho permiso, lo que podría interpretarse como un intento de evadir las normativas vigentes. Esto no solo pone en riesgo la confianza de los consumidores, sino que también podría implicar sanciones para los establecimientos.
2. Competencia desleal y posible fraude: Al utilizar sus propias reglas y métodos, las gasolineras promueven una competencia no igualitaria con el resto de las empresas del sector. El hecho de que solo los clientes que consumen cantidades específicas de combustible puedan participar, excluye a una gran parte de la población y puede generar un entorno de competencia desigual. Además, al no estar reguladas por las instancias correspondientes, estas rifas no cuentan con la transparencia necesaria para garantizar su legitimidad, dejando a los consumidores en una posición vulnerable.
En un contexto donde las promociones engañosas y la falta de regulación pueden derivar en graves afectaciones para el público, resulta preocupante que estas prácticas se realicen sin supervisión oficial. Las autoridades deberían intervenir para garantizar que los derechos de los consumidores sean protegidos y que estas rifas se ajusten a las leyes.
Finalmente, es necesario que las empresas comprendan la importancia de actuar dentro del marco legal y ofrecer promociones que no solo atraigan a los clientes, sino que también respeten las normativas establecidas. La falta de un permiso de SEGOB y las reglas opacas en estos sorteos ponen en duda la seriedad de las gasolineras involucradas y podrían generar graves consecuencias legales si no se regulan a tiempo.
