Mientras circulaban en un carro por Santa Tere, en Guadalajara, un hombre mató a balazos a una mujer, luego se robó una moto para huir; llegó al Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), donde se disparó y murió.
Aún no se confirma la relación que existía entre ambos fallecidos.
Aproximadamente a las 21:00 horas, los vecinos de Santa Tere escucharon un disparo en el cruce de las calles Andrés Terán e Ignacio Herrera y Cairo.
Vieron como un hombre, de aproximadamente 30 años, bajó de un Toyota Yaris que estaba en el cruce esperando el siga; después descubrieron que le había disparado a la mujer que conducía el carro.
“Un masculino que aparentemente le acompañaba, le causa la agresión, baja del automóvil y unos metros más adelante despoja una pareja de una motocicleta con la que se da la huida”, informó un Policía de Guadalajara.
El sospechoso corrió durante una cuadra; en Andrés Terán y Manuel Acuña se robó una motocicleta.
La joven, de aproximadamente 25 años, murió en el asiento de chofer; en la silla del copiloto se halló un casquillo de arma calibre .22 o .25.
Su agresor manejó aproximadamente cuatro kilómetros hacia el CUCS de la UdeG, ubicado sobre la Calle Independencia Norte, también en Guadalajara.
Entró a pie por la Puerta 5 sobre la Calle Sierra Mojada.
De acuerdo con trabajadores del IMSS, ubicado frente a la escuela, las clases y el trabajo administrativo del Centro Universitario terminan aproximadamente a las 22:00 horas.
Finalmente, el presunto feminicida se sentó en una banca de concreto y se disparó en la cabeza.
Paramédicos de Cruz Verde Guadalajara acudieron y lo intentaron reanimar durante media hora, pero murió dentro de las instalaciones del plantel.
“Localizan a un masculino de aproximadamente 25 a 30 años, este con impactos en cráneo un arma de fuego a un costado de él de un calibre chico”, informó el Policía de Guadalajara.
El joven tenía un credenciales consigo y por eso pudo ser identificado.
“Ya vino personal de la universidad, de momento no lo identifican como alumno ni como maestro”, abundó el oficial entrevistado.
Personal de seguridad de la Universidad de Guadalajara se negó a informar a qué hora terminaban las labores o cómo es que alguien armado pudo entrar a la escuela.