Fuentes bien informadas lo confirman; la razón por la que el ex gobernador de Coahuila, Jorge Torres López tardó casi ocho meses en allanarse al proceso de extradición solicitado por el gobierno de los Estados Unidos, es debido a que sus abogados estaban negociando las mejores condiciones para su entrega.
Es de esperar, por lo tanto, que una vez que se consume la extradición, Torres López quedará en libertad pocas semanas después, controlado con un brazalete electrónico y a la espera de un juicio que, como en el caso del ex tesorero de Coahuila Javier Villarreal, podría demorar varios años y al final deberá concluir con una sentencia mínima.
A Jorge Torres el gobierno de los Estados Unidos lo acusa de ser presunto responsable de asociación delictuosa para cometer lavado y fraude por 8.8 millones de dólares.
La orden de captura en su contra data desde el 20 de noviembre de 2013, pero fue ejecutada hasta el 4 de febrero de 2019 en Puerto Vallarta y recluido en un penal federal.
Sus abogados presentaron varios amparos para evitar su extradición, pero finalmente este lunes aceptaron allanarse al proceso a fin de que su cliente sea trasladado cuanto antes a los Estados Unidos.
Las fuentes consultadas aseguran que Torres López habría aceptado entregar los 8.8 millones de dólares que le reclama el gobierno de Estados Unidos, así como información que permita señalar, acusar y encarcelar a otros presuntos implicados en ese u otros delitos que se hubieran cometido con recursos ilícitos procedentes del gobierno de Coahuila en la época en que él fue gobernador interino, tal como en su momento lo hicieron el ex tesorero Javier Villarreal y el empresario de medios de comunicación de Coahuila, Rolando González Treviño.