Una lluvia de reclamos se han presentado en las oficinas de la Procuraduría Federal del Consumidor, por afectados al comprar gasolina adulterada en la estación G500 ubicada sobre la avenida Román Cepeda y López Mateos.
Los hechos se registraron durante la tarde del pasado miércoles cuando los usuarios notaron fallas en sus vehículos después de haber cargado gasolina, cabe mencionar que algunos unidades eran de reciente modelo.
Ludivina Benavides Urenda, sub-delegada de la PROFECO en la región norte, precisó que se están recibiendo todas las quejas de los perjudicados y será en próximos días cuando se cite al propietario de la negociación para que responda por los daños, indicó que aquellas personas que resultaron afectadas deben de presentar, su ticket de compra, una identificación y el diagnóstico del taller.