Las recientes redadas migratorias en Chicago, orquestadas por la administración federal como parte de la operación denominada Midway Blitz, han sumido a la comunidad inmigrante en el temor. Migrantes evitan salir a trabajar, comer fuera o subir a transporte público, lo que está afectando seriamente a restaurantes, negocios y a la economía local.
La operación, coordinada por ICE y con apoyo logístico del Departamento de Seguridad Nacional, incluye patrullajes, detenciones en espacios públicos y presencia intimidante en zonas latinas, desencadenando alerta y movilización comunitaria. Líderes religiosos, activistas y autoridades estatales han respondido con protestas, campañas de orientación legal y rechazo frontal a las tácticas federales, denunciando un enfoque punitivo y desproporcionado.
En una evaluación reciente, se destaca que estos operativos afectarán el tejido económico urbano y la vida diaria de miles de familias, cobijando desde la escuela hasta el sustento, bajo un clima de escalada de miedo y presiones migratorias.