Este jueves tres atletas y su entrenador fueron víctimas de un secuestro exprés en Cancún, previo al arranque de la Olimpiada Nacional.
En México ya no se puede caminar en paz. Cuando menos te lo esperas tu vida ya corre peligro, aunque estés dentro de una casa, un departamento o un hotel. Justo así les pasó a tres nadadoras mexicanas que vieron frustrado su sueño de participar en la Olimpiada Nacional por culpa de la delincuencia.
El trío era originario del estado de Sonora. Ellas debían estar concentradas para el inicio de las competiciones, pero el terror se apoderó de ellas y de su entrenador. La inseguridad casi hace de las suyas y la noche de este jueves sufrieron un intento de secuestro, mientras se hospedaban en un hotel ubicado en una zona céntrica de la ciudad.
De acuerdo con la versión oficial, las chicas y su entrenador fueron amenazadas verbalmente por un sujeto que las obligó a abandonar el lugar sin avisar que desalojaban la habitación. Fuentes que fueron interrogadas confirmaron que ya no había nadie, pues no estaban los equipajes. Lo raro fue que tampoco contestaban las llamadas.
Las atletas y su manager abordaron un taxi a la fuerza y en las avenidas Bonampak y Cobá lograron llamar la atención de elementos de la Policía Municipal Preventiva (PMP) del Ayuntamiento de Benito Juárez, que estaban a bordo de una patrulla.
De inmediato se detectó a un taxi color rojo, con número 533, que se encontraba detenido en un semáforo. El reporte oficial precisó que de repente descendieron un hombre y tres mujeres con ropa deportiva. Pidieron ayuda ante el inminente secuestro y uno de los presuntos delincuentes bajó del vehículo y trató de darse a la fuga; sus intenciones fracasaron y fue detenido junto con el conductor.
