El presidente Vladimir Putin advirtió que limpiará a Rusia de la escoria y los traidores a los que acusa de trabajar de forma encubierta para Estados Unidos y sus aliados, mientras el gobierno aumenta la presión sobre los críticos internos de su guerra contra Ucrania.
Enfrentado al colapso económico tres semanas después de la invasión, el líder ruso acusó a Occidente de querer destruir Rusia en una videoconferencia televisada con matices oscuros.
Cualquier pueblo, y particularmente el pueblo ruso, siempre podrá distinguir a los patriotas de la escoria y los traidores y escupirlos como un mosquito que accidentalmente voló a sus bocas, aseguró Putin.
Estoy convencido de que esta autolimpieza necesaria de la sociedad solo fortalecerá a nuestro país, nuestra solidaridad, cohesión y disposición para enfrentar cualquier desafío, remarcó.
Cuando se le preguntó cómo operaría tal limpieza, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo este jueves que las personas están desapareciendo de nuestras vidas por sí mismas, incluso renunciando a sus puestos de trabajo o saliendo de Rusia.
Así es como sucede esta purificación, comentó a los periodistas en una conferencia telefónica, y agregó que muchas personas se muestran como traidoras en momentos difíciles.
La amenaza de Putin se produjo dos días después de que un productor del canal de televisión estatal ruso Channel One interrumpiera las noticias con una inusual protesta pública contra la guerra en Ucrania. Marina Ovsyannikova mostró un cartel detrás de la presentadora de noticias que decía: Te están mintiendo. Después de que le impusieran una pequeña multa, el presidente de la Cámara baja del parlamento de Rusia denunció su protesta como una traición y pidió que fuera castigada con todo el rigor.
Casi 15 mil personas han sido detenidas en protestas contra la guerra en Rusia desde que Putin ordenó la invasión el 24 de febrero, según la organización de derechos humanos OVD-Info. En un nuevo esfuerzo por reprimir las críticas, Rusia adoptó este mes una nueva y dura ley de medios que amenaza con penas de prisión de hasta 15 años por difundir noticias falsas sobre su ejército o pedir sanciones contra el país.
Decenas de miles de rusos han huido al extranjero para escapar de la represión cada vez más profunda, viendo poco futuro para ellos a medida que las sanciones sumen al país en un aislamiento más profundo. Muchos abandonaron sus hogares y carreras para buscar refugio en países como Kirguistán, Georgia, Armenia, Turquía e Israel.