Según los registros en poder del CDB, entre el 23 al 27 de noviembre, el lobo mexicano recorrió 23 millas, alrededor de 37 kilómetros, tratando de penetrar la frontera
Por: Agencias
Conservacionistas de Estados Unidos lograron documentar el primer caso de un lobo mexicano, que no logró cruzar del otro lado de la frontera, debido a la construcción del muro de Trump, en un sitio remoto de Nuevo México, donde es prácticamente imposible la presencia de migrantes ilegales o el trasiego de drogas.
De acuerdo con el Centro para la Diversidad Biológica (CDB), el muro fronterizo que recientemente se levantó, separa a las dos poblaciones de esta especie en peligro de extinción, y el mes pasado quedó registrado lo ocurrido a un macho que probablemente buscaba un nuevo hogar y pareja del lado de México.
El collar GPS del lobo mexicano transmitía periódicamente sus ubicaciones al Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos. Se trata de un ejemplar que nació en el Zoológico del condado de Sedgwick en Kansas, bautizado con el nombre del Sr. Goodbar antes de su liberación en 2020.
Según los registros en poder del CDB, entre el 23 al 27 de noviembre, el lobo mexicano recorrió 23 millas, alrededor de 37 kilómetros, tratando de penetrar la frontera donde el muro corta los corredores biológicos.
El Día de Acción de Gracias del Sr. Goodbar fue triste, ya que vio frustrado su intento de tener un romance con una hembra y cazar juntos ciervos y conejos”, lamentó Michael Robinson, portavoz del Centro para la Diversidad Biológica.
Pero más allá de las frustraciones de un animal, el muro separa a los lobos en el suroeste de Estados Unidos y México y exacerba la endogamia en ambas poblaciones», manifestó.
Tras el intento fallido, el 28 de noviembre, Goodbar se dirigió hacia el noroeste, alejándose de la frontera, y según sus coordenadas actualmente se ubica más al norte, en el Bosque Nacional de Gila, donde viven la mayoría de los lobos mexicanos en el lado estadounidense.
El CBD insiste que se debe eliminar el muro o por lo menos tramos prioritarios, ya identificados, para restaurar la vida silvestre en la región, donde viven docenas de especies en riesgo.
A principios de 2017, en eventos separados, dos lobos de México ingresaron a Estados Unidos. Uno cruzó donde el Sr. Goodbar más tarde no pudo, luego regresó a territorio mexicano; dos meses después, otro lobo hembra cruzó a Arizona y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, la capturó para aplacar a los ganaderos. El ejemplar todavía está en cautiverio y es la madre del Sr. Goodbar.
El presidente Biden debería derribar el muro, permitir que los lobos mexicanos deambulen libremente estaría bien por el sublime desierto de Chihuahua y sus exuberantes montañas en las llamadas Islas del Cielo. No podemos permitir que este austero monumento a la estupidez estrangule lentamente un vasto ecosistema», advirtió Michael Robinson.